Conclusión
La Pulvimetalurgia o Metalurgia de Polvos ha servido de gran manera en ingeniería en la materia de perfeccionamiento de piezas, en cuanto a sus características y propiedades dependiendo el uso que se les va a dar.
Existen diversas técnicas entre el compactado y el sinterizado, que permiten ir mejorando aquellas cosas que necesitamos de un material o producto.
Los productos de metalurgia de polvos pueden producirse en forma neta o casi neta, reduciendo o eliminando la necesidad de procesos posteriores.
Cerca del 97% de los polvos iniciales se convierten en producto, es decir, que estos procesos implican poco o ningún desperdicio de material.
Con el proceso de pulvimetalurgia se puede regular la porosidad de un material, atendiendo al fin del mismo.
Hace que el tratamiento de algunos materiales sea más fácil que con otros métodos, como por ejemplo, el procesamiento de los filamentos de tungsteno, así como combinaciones de aleaciones metálicas.
Entre las desventajas de la metalurgia de polvos cabe resaltar:
Altos costos de equipos, herramientas y polvos metálicos
Dificultades en almacenamientos y manejo de los polvos metálicos, además de la degradación del metal a través del tiempo.
Limitaciones en la forma de las partes, debido a que los polvos metálicos no fluyen fácilmente en dirección lateral dentro del dado durante el prensado, y las tolerancias deben permitir que la parte pueda expulsarse del dado después del prensado.
Las variaciones en la densidad del material a través de la parte pueden ser un problema, especialmente para partes de geometría compleja.